Organización para el Desarrollo Sustentable

MODA SUSTENTABLE: Cuando reciclar se vuelve un modo de vida

La industria de la moda está calificada como una de las más contaminantes del mundo. La huella de carbono que se genera gracias a la fabricación de prendas de diseño es muy alta. Frente a esta problemática, diseñadores empezaron a pensar el concepto de “moda ética o sostenible”. En esta nota, te contamos acerca de esta movida mundial.

Como mencionamos al principio de esta nota, la industria de la moda tradicional tiene gran responsabilidad con respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero generando un marcado impacto ambiental.

A lo largo del mundo, los amantes de la moda se comprometen en buscar formas de lucir las prendas de diseño pero procurando generar menor impacto en la casa común. ¿Cómo es posible lograr este objetivo? ¿Es posible reducir las emisiones de efecto invernadero con pequeñas acciones? ¿Podemos contribuir desde casa?

La moda sustentable es parte de la economía circular. Busca principalmente atacar los principales problemas en torno a esta industria: Limitar la contaminación producida en la fabricación de las prendas, Encargarse de la sobreproducción y el desperdicio, garantizar que los trabajadores ganen un salario justo y tengan condiciones de trabajo seguras, crear conciencia en las personas acerca del consumo. Para resguardar los recursos naturales y protegerlos no solo para las presentes generaciones sino también para las futuras es indispensable preguntarnos un par de cosas.

¿Qué productos realmente necesitamos? ¿Estamos siguiendo una moda o compramos productos porque nos gustan? ¿Conocemos el proceso de fabricación de las prendas que adquirimos? ¿Sabemos si las empresas siguen pautas sustentables en su trabajo?

Una de las líneas que involucra a la moda sustentable o de segunda mano consiste en adquirir productos vintage. Las prendas se pueden adquirir tanto en ferias locales como por internet. Muchas emprendedoras se suman a la movida recepcionando ropa que algunas personas deciden descartar para acondicionarla y luego venderla.
El precio por lo general es menor y a la vez podemos encontrar cosas originales que ya las marcas no fabrican, generando un efecto de edición limitada.
Investigar acerca de las marcas y sus procesos es una actividad que podemos realizar como consumidores para evitar el Greenwashing, una práctica común entre las empresas mediante la cual a través de estrategias de marketing, hacen parecer a las marcas como ecológicas sin reducir realmente el impacto de sus acciones.

Recientemente, se conoció una noticia referida al Desierto de Atacama como vertedero ilegal de ropa. En el País chileno se encuentra uno de los más grandes depósitos de  prendas fuera de circulación. Millones de toneladas de textiles descansan en la arena como residuo, siendo un símbolo de desigualdad e injusticia climática.
Si observamos las imágenes de las áridas tierras chilenas, podemos llegar a pensar que es un escenario de ciencia ficción de alguna película futurista sobre el desastre de la tierra.
Lo preocupante es que este cementerio textil emite gases tóxicos mientras se descompone. La cultura del descarte está explicita entre nosotros. Nos acostumbramos a comprar indiscriminadamente y a dejar obsoletos a los productos al cabo de poco tiempo. El concepto de Usar y tirar represente a un modelo de economía lineal que debería dejar de ser usado, dando paso mediante una transición ecológica a un modelo económico circular que incluya a todos y no deje a nadie atrás.
Según un estudio realizado por Naciones Unidas  el año 2019, en el mundo se duplicó la producción de ropa, y esto tuvo un impacto directo en la huella hídrica. La Industria de la moda es responsable del 20% de desperdicio total de agua del mundo. Otro de los impactos se da sobre la generación de gases de efecto invernadero ya que se estima que esta industria es responsable del 8% de los mismos. Ahora, luego de ver una realidad impactante con el gran basural de ropa del desierto chileno, podemos reflexionar acerca del impacto de nuestras decisiones de consumo. La industria de la moda crece porque el consumo se ve incrementado. Si las personas fuésemos más conscientes sobre el poder que tenemos al decidir consumir o no un determinado producto, podríamos ver de forma más clara cómo mitigar el cambio climático con pequeñas acciones diarias.

Las grandes marcas y la sustentabilidad
Como lo mencionamos al comienzo de esta nota, no alcanza con que las prendas tengan una etiqueta verde. Es necesario que las marcas se comprometan con el cuidado de nuestro planeta y el desarrollo sustentable. 
¿Sabías que grandes marcas como Adidas, Versace, Chanel, H&M y Gucci entre otras, se han comprometido con reducir las emisiones y desechos que producen.
Esto también se debe a que hay una decisión política de los gobiernos de contribuir a lograr la Agenda 2030. La Unión Europea  tiene como principal meta lograr las emisiones cero para el 2050.
Uno de los conceptos relacionados a la industria de la moda que está teniendo gran resonancia es el Slow Fashion. El mismo plantea cuidar cada paso del proceso y a todos los engranajes del mismo. Esto quiere decir velar por los trabajadores que realizan las prendas, hasta los materiales elegidos para su fabricación. Todo el proceso productivo se vuelve parte de la sustentabilidad.
El Slow Fashion tiene pilares en los que se sostiene. Los mismos son:
Elección de productos artesanales: al elegir prendas que fueron confeccionadas de otra manera, más artesanalmente y no a gran escala, se les da apoyo a pequeñas empresas y a los comerciantes locales.
Elección de ropa producida de forma sustentable: Los consumidores de moda que son conscientes de la importancia del cuidado de nuestro planeta, no solo se fijan en la belleza de la prenda, sino que también averiguan cómo se realiza la misma. Ver todo el proceso por el que pasa la prenda hasta llegar a nuestras manos es ser parte del Slow fashion.
Hacer tu propia indumentaria: ¿Pensaste alguna vez en crear tu ropa reciclando otras? Darle vida a prendas que estaban dormidas en el armario es una forma de convertirse fashionistas sustentables, comprometidos con el planeta. Además, la originalidad que le podemos aportar desde nuestra mirada a cada prenda hace que cada una de ellas sea única.
No comprar compulsivamente: reducir nuestro consumo desmedido eligiendo prendas que puedan tener un uso prolongado en el tiempo ayuda a salir del Fast Fashion. ¿Te pusiste a pensar si realmente necesitas eso último que compraste? Te invitamos a hacerlo.
Un ejemplo de esta corriente es la marca uruguaya “Calmo”, quienes se concentran en crear prendas únicas, éticas y duraderas.
El Slow Fashion es la contracara de la producción en masa también denominada “Fast Fashion”. Esta última le ofrece a los consumidores cambios constantes en los diseños y tendencias, valiéndose de las redes sociales para incrementar la publicidad e incitar a la sociedad de consumo.
Adidas es otra empresa que se propuso crear productos mediante procesos innovadores enfocados en la sostenibilidad. Ahora, hablando de acciones concretas, queremos saber cómo lo hace esta gran multinacional. 
El compromiso de Adidas con la casa común cobra vida mediante una Estrategia de Tres Ciclos, creando tres categorías de productos sostenibles.
Ciclo Reciclado
: Son tejidos de alto rendimiento como por ejemplo “PrimeBlue”, diseñados con materiales reciclados.

Ciclo Circular: Estos productos ven extendido su ciclo de vida dándole continuidad  después de cada uso. Son diseñados para ser regenerados. Un ejemplo de ello son los zapatos de running llamados “FutureCraftLoop”
Ciclo Biónico: Su diseño va de la mano con la naturaleza. La proyección es crear productos que tengan múltiples vidas y luego regrese a la naturaleza. 
Adidas  además sube la apuesta y se compromete a eliminar los desechos plásticos. Hacia el 2024, la empresa eliminaría el uso de poliéster virgen en sus productos, siguiendo la línea de hacer a la empresa más circular.
Gucci es otra marca  que se comprometió a reducir su impacto ambiental y para ello planteó toda una estrategia basada en velar por la sostenibilidad de las materias primas, replantearse el uso de energía y agua, la producción de residuos y productos químicos que resulten peligrosos y también revisar durante toda la cadena de suministro el impacto ambiental, social y económico producido. Esta marca entiende que sus acciones influyen en la mejora y el desarrollo de las personas y su entorno.
La compañía estableció objetivos ambiciosos creando un nuevo estándar en el comercio minorista de productos de lujo, garantizando la trazabilidad de hasta el 95% de las materias primas.
Ser carbono neutral es un gran desafío a la que se deben enfrentar los emprendimientos, gobiernos y grandes empresas de acuerdo con el plan de acción proclamado por Naciones Unidas, la Agenda 2030.
Gucci se comprometió a pagar como forma de compensación de las emisiones que no puede eliminar de su cadena de suministro cada año, para convertirse en carbono neutral. Hoy tenemos un gran desafío climático, y de eso pueden dar fe las empresas. La multinacional Gucci, ideó un plan para adaptar su empresa a los nuevos desafíos mundiales proyectado a diez años. Entre las líneas centrales de este plan, la igualdad de género tiene un papel muy importante. No sólo lo dicen sino que también llevan esas palabras a la acción: El 59% de los cargos directivos están ocupados por mujeres, promoviendo mayor  inclusión y valorando la diversidad. Felicitamos a esta compañía por buscar nuevos materiales sostenibles y buscar la forma de recrear soluciones que innoven y den respuestas.
H&M es otra de las grandes marcas que decidió cambiar su forma de producción, y hoy elige usar fibras de nylon 100% regeneradas usando materiales reciclados pero garantizando la duración y la calidad. Para eso, tiene una producción mas controlada en cantidad. Esto no solo le sirvió a nuestra casa común sino que también benefició a la marca porque fue posicionada en el puesto número 1 del Fashion Transparency Index 2020 de Fashion Revolution.
Incorporar técnicas que permitan el zero waste o residuo cero es un gran desafío para las marcas pero así también les brinda gran responsabilidad social empresarial que permite posicionarse en lo alto de los rankings.

Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable trabajamos fuertemente en concientizar a la población en general acerca de la Emergencia Climática en la que vivimos y que es responsable de las grandes catástrofes que perjudican a millones de personas en el mundo. Además en el marco de la Agenda Mundial 2030 planteada por la ONU dictamos el Programa “Los ODS van a la Escuela” en las diferentes instituciones de la provincia que se suman a interiorizarse acerca de las 17 oportunidades de crecimiento que nos ofrece el plan de acción de Naciones Unidas por la paz y la prosperidad. Educar en términos de desarrollo sostenible es educar pensando en un futuro mejor para las próximas generaciones, entendiendo que el uso responsable de los recursos naturales es responsabilidad de todos, como así también el consumo sostenible de productos fabricados de forma amigable con el ambiente. De nosotros depende elegir que clase de consumidores queremos ser. Esperamos que luego de haber leído esta nota, te puedas sumar a ser un consumidor consciente del poder que tienen nuestras elecciones. Con nuestro accionar dejamos mensajes al mundo acerca de lo que pensamos y sentimos.
Si te interesan estas temáticas y querés sumarte a ser un actor de cambio por un mundo más justo, equitativo y comprometido para que realmente nadie se quede atrás, sumate a nuestro Voluntariado ODS. Inscribite aquí

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