Es sabido que el Deporte tiene un gran potencial para mejorar de manera integral la salud y la calidad de vida de las personas, pero es importante también destacar el poder que tiene el mismo para reducir las desigualdades entre hombres y mujeres a partir del empoderamiento de la mujer.


La práctica de deporte y actividad física por parte de niñas y mujeres de todas las edades, no solo tiene como beneficio ayudar a evitar enfermedades como la diabetes, hipertensión y sobrepeso, sino que también es importante en el desarrollo de habilidades sociales, ayuda a forjar el carácter, mejora el autoestima y la capacidad de liderazgo, de esta manera aporta en el crecimiento personal y el empoderamiento de cada una de ellas.

Pero la posibilidad de realizar actividades deportivas no siempre estuvo al alcance de las mujeres, esto es algo que fue cambiando y evolucionando a medida que la sociedad lo hizo.

En un principio, algunas mujeres ni siquiera podían asistir como espectadoras a los juegos olímpicos, sólo podían hacerlo aquellas Mujeres Solteras. Esto nos muestra de manera muy clara la presencia de un pensamiento machista que dominaba en ese entonces en la Antigua Grecia.

A su vez el creador de los Juegos Olímpicos Modernos (1886) Pierre de Coubertin consideraba que Los Juegos Olímpicos eran una exaltación del deporte Masculino, teniendo como recompensa el aplauso de las mujeres.

De a poco las cosas comenzaron a cambiar, es así que en el año 1900 en París, 22 mujeres participaron en las Olimpiadas, practicando deportes como el Golf, tenis y Croquet. Año a año la presencia de mujeres en los Juegos Olímpicos fue creciendo, y se incorporaron deportes como el Atletismo, esgrima, gimnasia y natación.

Para el año 1976 en Atlanta, las mujeres se encontraban participando en todas las disciplinas presentes en las Olimpiadas. Esto marcó un progreso muy importante en la igualdad entre hombres y mujeres, pero llevo más de 100 años para que la participación sea prácticamente igualitaria. En el año 2012 en los juegos de Londres, donde las mujeres llegaron a un 46% del total de todos los deportistas participantes. En el año 2021 en Tokio se rompió un nuevo récord, donde se obtuvo un 49% de participación femenina. De esta manera se sigue reduciendo las desigualdades y las mujeres demuestran que no existen deportes para uno u otro sexo.

Aun así queda mucho por hacer, todavía existen deportes profesionales en los que solo hombres reciben sueldos, o tienen remuneraciones mayores que las mujeres.

En Búsqueda de lograr esta Igualdad de Género (ODS 5) , fundamental entre los Objetivos establecidos a nivel mundial en la Agenda 2030, se creó el Programa “Una Victoria lleva a la otra”. Este programa surgió como Iniciativa de ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional luego de los Juegos Olímpicos Río 2016 y de los Juegos Olímpicos de la Juventud realizados en Buenos Aires en el año 2018

Este Programa se desarrolla a través de la creación de espacios para realizar actividad física y deporte, y también a partir de talleres que son abordados siempre con perspectiva de género, y se tratan temas como violencia de género, derechos sexuales y reproductivos, salud, educación y liderazgo entre otras cosas. El objetivo del programa es empoderar a niñas y mujeres para que desarrollen habilidades socioemocionales que les permitan tener mayor autonomía en su vida.
La Herramienta clave para lograr esta transformación es el Deporte.

Este Programa en Argentina se destina a adolescentes entre 12 y 18 años de los barrios más populares de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde trabajan en los talleres y actividades deportivas facilitadores y entrenadores, llegando a grupos comunitarios, clubes de barrio y organizaciones de la sociedad civil implementando estas actividades siempre con perspectiva de género.


Desde la Organización para el desarrollo sustentable estamos convencidos del papel fundamental que tiene el Deporte en esta lucha por reducir las desigualdades existentes entre hombres y mujeres. Destacamos el labor realizado por ONU Mujeres, quienes mediante diferentes actividades buscan empoderar a las mujeres y niñas, lo que nos acerca a cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº5, es por esto que contamos con un Programa Deportivo, nuestra Escuela de Valores ODS, llamado “Juego Limpio” a partir del cual remarcamos la importancia de todos los valores que se generan a partir de la práctica deportiva. Consideramos que la empatía, el compañerismo, el respeto son fundamentales en esta lucha, y además resaltamos el potencial que tiene el deporte para empoderar a las mujeres ayudándoles a creer y confiar en ellas mismas.

Una sociedad con menos desigualdades es fundamental para construir un mundo más justo y Pacifico para todos como así lo establece el ODS 16. Para que esto suceda es fundamental la participación y el compromiso de todos los actores de la sociedad, es por esto que los invitamos a ser parte del trabajo que hacemos desde nuestra Organización para el Desarrollo Sustentable, sumándose como Voluntarios ODS.
¡Entre todos podemos poner fin a la brecha de género, para que nadie quede atrás!