La guerra en Ucrania tiene efectos devastadores en nuestro planeta. Expertos aseguran que la misma acelera el cambio climático. ¿Cómo influyen nuestras acciones en el futuro de la casa común? Te lo contamos en esta nota

El calentamiento global no se detiene. En la desesperada búsqueda de acciones concretas para frenarlo, en el escenario mundial irrumpió la guerra de Rusia contra Ucrania. Según los expertos internacionales esta confrontación bélica complica y acelera los efectos devastadores del cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan la temperatura del planeta y contaminan de esta manera su aire. Nos encontramos en un punto de no retorno.

Sin dudas, la consecuencia inmediata de esta guerra es una crisis humanitaria, energética y financiera. Si analizamos los factores que constituyen como amenaza al planeta, podemos decir que son de diversa índole. Por ejemplo el aumento de extracción de petróleo y gas impide en forma directa el objetivo de reducción de dióxido de carbono y convalida el uso desmesurado de combustible fósiles.
Sin ir más lejos, en nuestro país, por ejemplo, las góndolas de los supermercados han aumentado el precio de suministros básicos para la población como harinas y aceites. También el combustible ha sufrido cambios en cuanto a su distribución y precio, teniendo en cuenta que los países en conflicto son exportadores de esos insumos. Consecuentemente esta situación implica, una vez más que los países menos desarrollados y vulnerables sean los más perjudicados.

El calentamiento global nos afecta a todos y la guerra también. Basta con observar el retroceso de los glaciares y la ausencia de nieve para darse cuenta. Ningún país puede escapar del impacto de la guerra, aún manteniéndose al margen del conflicto. Pone en riesgo la habitabilidad del planeta que es nuestra casa en común. No hay en vista una nueva casa para mudarse, no existe un planeta B.
En el año 2021 en la cumbre mundial celebrada en Glasgow, los países recibieron un drástico diagnóstico sobre el calentamiento del planeta, antes impensado. Se comprometieron a tomar medidas urgentes para no superar el calentamiento de la casa común por encima del 1.5°, objetivo que no pudo lograrse luego de la suscripción del Acuerdo de Paris.
Un gran problema de esta guerra es el ataque a los civiles. No solo están quebrando la paz mundial, sino que están violando incluso las leyes de la guerra. El ataque ruso continúa bombardeando la ruta de evacuación de los civiles.
En virtud del Derecho Internacional Humanitario, no se debe llevar a cabo ataques indiscriminados que dañen a los civiles, tomando todas las medidas para evitar víctimas fatales.
Entre las personas fallecidas, hay incluso niños. La crueldad no tiene límites. Necesitamos poner fin a los ataques bélicos, para que nadie se quede atrás y además para que nuestro planeta pueda respirar.
Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable promovemos la paz y rogamos por el cese de la guerra. Entendemos que debe negociarse la posibilidad de intentar un acuerdo de Paz, con base en la CARTA de ONU. Es inconcebible que en este siglo la humanidad sufra un retroceso que ponga en riesgo la vida y los derechos humanos esenciales de las personas inocentes que viven en esos países. No podemos permitirlo. En este momento de la historia, debería existir la fraternidad entre todos para frenar los efectos del cambio climático y cumplir cada una de las metas de los 17 ODS de la Agenda 2030.

Por tanto, es hora de que la emisión descontrolada de dióxido de carbono de combustibles fósiles (energías contaminantes) se acabe, dando paso al uso de otras fuentes de energía renovables y alternativas.
Los objetivos de descarbonización siguen siendo la prioridad para mejorar la economía en forma inmediata y también al planeta mismo.

Tomar conciencia es fundamental y difundir esta información puede contribuir a conseguir ese objetivo, así que te invitamos a formar parte de nuestro PROGRAMA DE VOLUNTARIADO ODS, convirtiéndote así en protagonista del cambio.
Promovamos la paz en todas las regiones del mundo, para que nadie se quede atrás