Al inicio de la segunda semana, los diferentes aspectos del proceso estaban tan desconectados como siempre. En esta nota queremos comentarte acerca de las principales conclusiones y los momentos claves que sucedieron durante esta importante conferencia sobre cambio climático.

Aquellos que tenían una visión amplia recibieron con agrado la llegada de Greta Thunberg junto con otros activistas juveniles por el clima y Peter Thomson, Enviado Especial del secretario general de la ONU para los Océanos, con la esperanza de que esto inyectara una nueva dosis de energía en la estancada reunión.

Mientras tanto, los negociadores estaban inmersos en su habitual trabajo técnico. Los delegados se centraron en enfoques de cooperación bajo el Acuerdo de París y dedicaron otras seis horas a lo que un Co-Facilitador comparó con el Heffalump de Winnie The Pooh, “una criatura mítica que nadie ha visto todavía”.

Sin embargo, fueron los jefes de Delegación quienes protagonizaron el “mayor enfrentamiento de todos”. Durante una sesión plenaria en la que el presidente del SBI, Munir, comparó el debate con una disputa de “una clase de escuela primaria”, las declaraciones sobre los temas propuestos del programa en materia de mitigación y financiamiento se lanzaron de un lado a otro, llevando a al menos un observador a desear “haber traído palomitas de maíz”.

Se llevó a cabo una consulta sobre posibles enfoques para mejorar el reconocimiento y la rendición de cuentas de las acciones climáticas no estatales: La Secretaría llevó a cabo una consulta sobre un plan de implementación preliminar para dar seguimiento a la Decisión 1/CP.27, párrafo 65 y la Decisión 1/CMA.4, párrafo 93, invitando a la Secretaría a asegurar una mayor rendición de cuentas de las iniciativas voluntarias a través de la plataforma de Acción Climática de Actores No Estatales.

La Secretaría informó que la plataforma, que se lanzó en 2014, recopila información sobre divulgaciones y compromisos, con registros de 32,000 actores no estatales hasta la fecha. Sin embargo, la información no está completa ni actualizada, con una tasa de respuesta de aproximadamente el 25% a las encuestas anuales sobre el progreso hacia los objetivos. El plan de la Secretaría propone centrarse en los compromisos de cero emisiones netas.

Varios países cuestionaron si las acciones propuestas estaban en línea con el mandato y expresaron dudas sobre si la Secretaría podría cumplirlas con los recursos solicitados. Los participantes también preguntaron sobre la relación con la Carrera hacia el Cero y los Altos Campeones. Se invitó a los delegados a enviar sus comentarios durante los próximos dos meses.

El Instituto de Recursos Mundiales (WRI) destacó que las evaluaciones actuales de la cantidad de financiamiento necesario difieren en cuanto a marcos temporales, sectores y líneas de base. Destacaron que las estimaciones globales de financiamiento para la mitigación necesaria para alcanzar cero emisiones netas para 2050 oscilan entre USD 105-275 billones acumulativos. Indicando que las inversiones en energía limpia han aumentado, la Agencia Internacional de Energía (IEA) enfatizó que el progreso se impulsa en gran medida por las economías líderes, como China, la UE y Estados Unidos. Destacaron el costo del capital como un desafío importante para los países en desarrollo y subrayaron un nuevo informe de la IEA y la Corporación Financiera Internacional que muestra que los fondos públicos deben triplicarse al menos para alcanzar los objetivos climáticos y deben movilizar múltiplos más altos de financiamiento privado.

Durante las discusiones de los grupos de trabajo, se debatió la falta de recursos como una guía para establecer la meta. Los participantes reflexionaron sobre una evaluación ascendente de los costos para implementar las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) y los planes nacionales de adaptación (NAP, por sus siglas en inglés), complementando una estimación científica descendente de lo que se necesita a nivel global.

Se discutió la importancia de la previsibilidad y la rendición de cuentas, en qué se gastarían los fondos y quién sería responsable de entregarlos. Algunos señalaron que las contribuciones basadas en el PIB pueden no ser predecibles, y se deben tener en cuenta la inflación y los cambios en el estatus económico de los contribuyentes y receptores. También se discutió el financiamiento del sector privado como un componente. Varios grupos pidieron una revisión periódica de la meta, y un grupo sugirió que la meta debería adoptarse inicialmente para el período 2025-2030.

En cuanto al programa de trabajo sobre las vías de transición justa mencionado en la decisión 1/CMA.4, en consultas informales, los Co-Facilitadores Selam Kidane-Abebe (Zambia) y Luisa Rölke (Alemania) solicitaron opiniones de las partes sobre la nota informativa revisada. Muchos países pidieron simplificar la nota, especialmente en lo que respecta a temas y vínculos con los trabajos existentes.

Varios países desarrollados enfatizaron que el programa de trabajo se encuentra dentro del Acuerdo de París, recordaron el lenguaje preambular del Acuerdo sobre la transición justa y se opusieron a las referencias a los principios de la Convención. Un país desarrollado destacó la duplicación con el tema del abordaje de las medidas de respuesta, y solicitó su eliminación gradual. Muchos países en desarrollo destacaron el alcance más amplio de la transición justa, señalando que no se centra únicamente en la mitigación.

Un grupo de países en desarrollo enfatizó que el programa de trabajo debería abordar cómo el proceso multilateral apoyará las vías de transición justa determinadas a nivel nacional. Varios países desarrollados sugirieron que el programa de trabajo identifique los recursos disponibles para apoyar las vías de transición justa, tanto dentro como fuera de la CMNUCC.

En cuanto a la orientación sobre enfoques de cooperación mencionados en el Artículo 6.2 del Acuerdo de París, en consultas informales, los Co-Facilitadores Peer Stiansen (Noruega) y Maria Al-Jishi (Arabia Saudita) solicitaron opiniones de las partes sobre una nota informativa. Los países en desarrollo enfatizaron la necesidad de una rápida creación de capacidad para empoderar su contribución a las discusiones técnicas sobre el desarrollo del formato electrónico acordado (AEF, por sus siglas en inglés). Las partes acordaron que se debería desarrollar un manual para ayudar en la preparación del AEF. Se enfatizó la importancia de aclarar los desencadenantes para los ajustes correspondientes. Varios países desarrollados señalaron que las inconsistencias persistentes deberían ser remitidas al Comité de Implementación y Conformidad del Acuerdo de París (PAICC, por sus siglas en inglés), y la necesidad de confidencialidad debería justificarse en relación con las leyes nacionales. Un grupo de países en desarrollo subrayó que el registro internacional podría ser una opción permanente para muchas partes, no solo una solución provisional.

En resumen, la segunda semana de las negociaciones mostró una desconexión inicial entre los diferentes aspectos del proceso. Mientras los activistas y los delegados técnicos seguían sus respectivas agendas, los jefes de Delegación protagonizaron un enfrentamiento destacado en la sesión plenaria. También se llevaron a cabo consultas sobre el reconocimiento de las acciones climáticas no estatales, la transición justa y los enfoques de cooperación. Las discusiones abordaron temas como la rendición de cuentas, la financiación y la capacidad de implementación. A pesar de los desafíos y las diferencias de opinión, se alentó la participación y se invitó a presentar comentarios adicionales para avanzar en las discusiones en los próximos meses.

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