Organización para el Desarrollo Sustentable

3J: La igualdad de género como clave contra la Violencia

Cada 3 de Junio, las voces se alzan para reclamar Ni una menos. Ni una mujer menos a manos de la violencia machista. Hoy reflexionamos acerca de dónde estamos como sociedad, en materia de protección de derechos de las mujeres.

La violencia de género impregna cada una de las esferas de nuestra vida. Vivimos en una sociedad que aún tiene micromachismos instalados en sus costumbres cotidianas. El Femicidio es el punto más cruel y representativo de esa violencia. Pero no es el único signo de que aún estamos atravesando situaciones que obstaculizan la igualdad entre ambos géneros.

Cada vez que hablamos y actuamos, lo hacemos desde un paradigma. Tenemos una visión del mundo construida a través de los contactos que establecemos, de la educación formal y no formal que nos impartieron, del contexto social, político, económico y cultural en el que nacimos.
Tomar conciencia de esto, es el primer paso para poder poner en duda lo aprendido y cuestionarlo para refutar o reafirmar eso que alguna vez nos enseñaron.

En el año 2015, miles de mujeres salieron a las calles a protestar frente al brutal asesinato de Chiara Perez, adolescente de 14 años, en Rufino, Santa Fe a manos de su novio. Desde ahí, empezó el movimiento llamado Ni Una Menos. Salir a las calles a marchar en busca de justicia porque no puede faltar ninguna más.

Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable tenemos como hoja de ruta a la Agenda 2030. La misma plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, acompañados de 169 metas e indicadores para llegar a cumplirlas. El ODS Nº5 es Igualdad de Género. Para poder lograrlo, es necesario decodificar los diferentes tipos de violencia que existen y se pueden reconocer hoy en día.
La violencia de género puede cobrar entidad como Violencia Económica, Sexual, Simbólica, Emocional, Psicológica y Física.
Cada una de estas formas de violencia representa sin dudas, una violación a los Derechos Humanos. En muchas sociedades se le impide a las mujeres participar de la toma de decisiones e incluso opinar sobre diferentes cuestiones en pie de igualdad.
Las niñas también sufren de condicionamientos en el desarrollo de su vida. Los estereotipos de género moldean el rol de las mujeres tanto el ámbito laboral, social y privado.
Las elecciones no son inocentes. Cada una está teñida de significado y rodeada por el contexto. Existen diferencias estructurales que contribuyen al esquema de desigualdad de género.
La violencia contra las mujeres y las niñas se define como todo acto de violencia basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o mental para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.
Un cambio importante desde la perspectiva de género se da en la terminología. Antes se hablaba de “Víctima de Violencia de Género” poniendo una carga muy importante en la persona desde una connotación negativa. Hoy nos referimos a ellas como “Sobrevivientes de Violencia de Género” haciendo hincapié en la resiliencia que se desarrolla a partir de haber podido superar esa difícil experiencia.
A escala mundial una de las formas más comunes de violencia es la que se da en el interior del seno familiar. Las mujeres viven con el agresor y tienen al peligro latente en su propia casa.
Vivir teniendo miedo es una realidad que sufren millones de mujeres en el mundo. Cabe destacar que además de la violencia que reciben por parte de los agresores, también deben escuchar cómo la sociedad cuestiona y juzga su permanencia en ese ámbito, cómo si fuera fácil abandonar el círculo de la violencia. Este término fue acuñado por la psicóloga norteamericana Lenore E. Walker para explicar como la violencia aumenta de forma de espiral ascendente. Se dice que es un círculo ya que está compuesto por diferentes fases, entre las que se puede mencionar a la fase de tensión, la fase aguda o de crisis, y la fase de calma también denominada “Luna de Miel”. Esto se repite, llevando a la mujer a vivir inmersa en una situación de vulnerabilidad muy marcada.
Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable trabajamos para erradicar la violencia contra la mujer. En virtud de la alianza estratégica que establecimos desde la Fundación con el Juzgado de Ejecución Penal de la ciudad de Concepción a cargo de la Jueza Dra. Alicia Merched. A través de este convenio, dictamos el curso: “Prevención de la Violencia y Nuevas Masculinidades“. El mismo está destinado a capacitar a hombres que ejercieron violencia para poder transformar la visión y los paradigmas que los llevaron a ese estado. El equipo interdisciplinario de la Organización para el Desarrollo Sustentable está compuesto por psicólogas, abogadas, y trabajadores sociales que luchan día a día por transformar la realidad que viven miles de mujeres en el mundo.
Si te interesa formar parte de nuestro equipo de Voluntarios, podés sumarte haciendo clic aquí.

Una respuesta

  1. […] promoción de la igualdad de género es un objetivo fundamental en la lucha por los derechos humanos y la construcción de sociedades […]

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