La Ley Omnibus propuesta por el presidente Javier Milei ha generado un debate intenso al afectar directamente al entorno ambiental argentino. Bajo el capítulo tres de esta ley, se proponen modificaciones significativas que impactan la protección de los bosques nativos, glaciares y el control de actividades de quema. En esta nota te comentaremos acerca de las principales acciones que fueron modificadas en esta nueva disposición y de que forma afecta al cumplimiento de la lucha contra el cambio climático y por ende en la mitigación de sus efectos.

Uno de los cambios más controversiales se centra en la modificación del artículo 26 de la Ley de Bosques, eliminando requisitos clave de la Ley General del Ambiente. Esto implica que para los proyectos de desmonte en bosques nativos categorizados como I y II, ya no se exigirá la misma rigurosidad en la presentación de información sobre las actividades ambientales ni se mantendrá la obligación de rendir informes anuales al Congreso sobre la situación ambiental del país.

Estas enmiendas podrían tener un impacto considerable, ampliando las zonas permitidas para el desmonte y habilitando actividades productivas en áreas cercanas a importantes masas de hielo en la Patagonia. Es fundamental considerar cómo estas modificaciones pueden alterar el equilibrio ecológico y la preservación de los recursos naturales, ya que la flexibilización de estas regulaciones puede llevar a consecuencias ambientales graves y de largo alcance.

También se modifica la Ley de Quemas, estos cambios representan un giro significativo en el control y regulación de actividades de quema en el territorio argentino. La modificación del artículo 3 de la Ley N°26.562 establece una prohibición general de cualquier actividad de quema sin la debida autorización de la autoridad local competente.

Sin embargo, la propuesta de la Ley Omnibus redefine el proceso de autorización, estableciendo que la misma debe ser otorgada específicamente en un plazo máximo de 30 días desde que se solicita. Aquí reside una de las claves más discutibles: si la autoridad competente no emite una respuesta expresa en ese plazo, la quema se considerará autorizada tácitamente.

Esta disposición genera preocupación, ya que la autorización tácita puede tener consecuencias imprevistas y potencialmente dañinas para el medio ambiente. La falta de una respuesta expresa en el plazo estipulado podría llevar a interpretaciones erróneas o a la realización de quemas sin una evaluación adecuada de los riesgos ambientales y sin considerar el impacto en los ecosistemas circundantes.

Estos cambios podrían abrir la puerta a un escenario en el que las quemas se realicen sin la debida supervisión o evaluación, lo que podría desencadenar incendios descontrolados y afectar seriamente la biodiversidad y la calidad del aire. Esta disposición precisa un análisis exhaustivo para comprender cómo puede afectar la integridad ambiental y la seguridad de las regiones que podrían estar expuestas a estas actividades.

Incluir este tipo de información permite resaltar cómo la ley propuesta no solo impacta en los bosques y glaciares, sino también en la regulación de las quemas y sus posibles efectos sobre el medio ambiente.

En base a todo lo expuesto, la Ley Ómnibus propone cambios en las regulaciones ambientales que podrían tener un impacto negativo en la protección del medio ambiente, porque podrían conducir a la deforestación, el derretimiento de los glaciares y los incendios forestales.

Es importante trabajar por el desarrollo sostenible para proteger el medio ambiente y mitigar los efectos del cambio climático, es por lo mismo, que desde la ODS estamos llamado a la acción a las personas a informarse sobre la ley, participar en las consultas públicas y apoyar a las organizaciones que trabajan por la protección del medio ambiente.