Una ambientalista India pasó más de 80 años de su vida plantando árboles. Conocé sobre ella en esta nota donde además te contamos acerca de los Programas activos de la Organización para el Desarrollo Sustentable de los cuales vos podes ser parte.

Plantar árboles es uno de los gestos de amor más grandes que podemos tener por nuestro planeta y forma parte de uno de los principales ejes de trabajo que tenemos en nuestra organización. Hace ya varios años decidimos plantar especies nativas de la Provincia de Tucumán en instituciones educativas. Cómo parte del Programa ABC para el Desarrollo Sustentable, enseñamos a los alumnos lo importante de plantar y cuidar árboles ya que son los encargados de brindarnos el oxígeno que respiramos.

Por eso queremos contarte la inspiradora historia de, Thimmakka y Chikkaiah, un matrimonio proveniente de Hulikal un pueblo de la India, quienes desesperanzados por no poder tener hijos, comenzaron a plantar árboles como una forma de traer vida al mundo.

En un principio plantaron 10 árboles. Sembraron injertos de Banyan, un árbol muy característico de la India. Al siguiente año plantaron 15 árboles y luego sumaron 20 más, estaban ubicados a los lados de una ruta que une Hulikal con Kadur.

El Banyan es un árbol sagrado para la India y se conoce como el más ancho del mundo, crece hasta alcanzar un tamaño muy grande y de las ramas se desprenden raíces aéreas que cuando llegan al piso quedan fijas y se engrosan hasta formar nuevos troncos.

Estas dos personas cuidaron con tanto cariño esos árboles, tenían que caminar muchos kilómetros en búsqueda de agua para regarlos y también pusieron cercas a su alrededor para protegerlos de animales.

Sembraron aproximadamente 384 árboles de Banyan que actualmente dan sombra y respiro por más de 4 km a quienes transitan esta ruta.

Con la muerte de su marido, Thimmakka no se dió por vencida y continuó plantando árboles de diferentes especies, con más de 100 años de vida en total supera los 8000 árboles sembrados.

Por su dedicación se convirtió en una de las ambientalistas más reconocidas de la región. Sus vecinos pasaron a llamarla Saalumarada, que en el idioma local significa “fila de árboles”

Todo el esfuerzo que ella y su marido realizaron le dio como frutos, no solo la satisfacción de ver crecer todos estos árboles a los que ella cuido como hijos, sino que también fue distinguida en múltiples ocasiones.

Entre los reconocimientos que Saalumarada Thimmakka obtuvo, se destacan el “Premio del ciudadano Nacional” otorgado en el año 1995, “Premios Indira Priyadarshini Vrikshamitra” entregado por el ministerio de medio ambiente y bosques en 1997,el “Certificado de honor del Departamento del Bienestar de las Mujeres y del Niño”, Gobierno de Karnataka y uno de los más recientes fue en el año 2016 cuando fue reconocida por la BBC como “una de las 100 Mujeres más Influyentes e inspiradoras del mundo”.

Realmente es una inspiración, Thimmakka, que toda su vida a pesar de los reconocimientos vivió en la pobreza y no tuvo la posibilidad de estudiar, es un ejemplo del amor que nuestro planeta necesita como el simple hecho de plantar un Árbol. 

Este amor por la naturaleza la llevó a conocer a Sri Umesh, un niño muy interesado desde pequeño por el cuidado del planeta,quien pronto se convirtió en su hijo adoptivo.  

Sin dudas esta Mujer es un ejemplo a seguir por su enorme aporte para proteger el planeta por medio de la forestación, esto es algo fundamental para alcanzar principalmente el ODS 13 Acción por el clima, pero por consiguiente beneficia el cumplimiento de los demás objetivos de desarrollo sostenible establecidos para la Agenda 2030.

Muy en línea con la decisión de vida tomada por Saalumarada Thimmakka, desde la Organización para el Desarrollo Sustentable desarrollamos diferentes programas que demuestran nuestro compromiso y respeto por el planeta. Uno de ellos, como mencionamos anteriormente, se llama “Programa ABC para el Desarrollo Sostenible”. Consta de 3 ejes de trabajo , el primero consiste en lo que llamamos Vivero Virtual, a partir del cual invitamos a todas las personas a donar, adoptar o plantar un árbol con el objetivo de llegar a un millón de árboles. A partir de este Programa, visitamos numerosas escuelas de la Provincia de Tucumán llevando conciencia ambiental entre todos los alumnos, y haciéndoles comprender que este es un pequeño aporte que todos desde nuestro lugar podemos hacer para luchar contra el calentamiento global. 

El segundo eje consiste en el armado de Huertas Diferentes, que se adapten al espacio que cada uno tenga en casa y con el objetivo de que cada persona pueda sembrar y posteriormente cosechar en su hogar alimentos sanos, libres de químicos y pesticidas.

El tercer eje de este Programa consiste en la recuperación del plástico de un solo uso para el armado de Ecoladrillos. Buscamos construir salones de usos múltiples en escuelas del interior de nuestra provincia. Estas propuestas son trasladadas a las escuelas de la provincia de Tucumán con el objetivo de capacitar y educar a los más pequeños.

Si te interesa cuidar nuestro planeta y conocer más acerca de nuestros proyectos, te sugerimos que te inscribas como Voluntario ODS para que trabajemos en conjunto por nuestra casa común.