En el ámbito del ODS 3, Salud y Bienestar, donde buscamos mayor igualdad en acceso y alcance de los servicios sanitarios para la sociedad, es necesario hablar de inversiones que apunten al cumplimiento de este objetivo. En esta nota te vamos a contar algunos aspectos donde se están dirigiendo todos los esfuerzos necesarios en base a las inversiones en el sistema de salud para acercar el cumplimiento de estos objetivos, en función de la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible.

Prevención de enfermedades relacionadas con el medio ambiente: Las inversiones pueden dirigirse a programas de prevención de enfermedades causadas o exacerbadas por factores ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a productos químicos tóxicos, el cambio climático, etc. Estos programas pueden incluir campañas de concienciación, promoción de estilos de vida saludables y regulaciones para reducir la contaminación.

Monitoreo y control de enfermedades transmitidas por vectores: Esto implica inversiones en la vigilancia y control de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la malaria y el zika, cuya propagación puede estar influenciada por factores ambientales, como la temperatura, la humedad y la disponibilidad de agua estancada.

Acceso a atención médica adecuada: Las inversiones pueden orientarse a mejorar el acceso a la atención médica, especialmente en comunidades vulnerables que pueden estar más expuestas a riesgos ambientales. Esto puede incluir la construcción y equipamiento de centros de salud, la capacitación de personal médico y la implementación de programas de atención primaria.

Investigación en salud ambiental: Las inversiones en investigación son fundamentales para comprender mejor las interacciones entre el medio ambiente y la salud humana, así como para desarrollar estrategias efectivas de prevención y control de enfermedades relacionadas con el medio ambiente.

Promoción de entornos saludables: Las inversiones pueden dirigirse a la creación y mantenimiento de entornos físicos y sociales saludables, como parques y espacios verdes, infraestructuras que fomenten la actividad física, políticas de transporte sostenible y medidas de planificación urbana que reduzcan la exposición a contaminantes.

En un mundo donde la disparidad en la inversión en salud es evidente, con Noruega liderando el camino y países como Eritrea luchando por garantizar incluso los servicios más básicos, es crucial analizar cómo las naciones están trabajando para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 (ODS 3) de la Agenda 2030: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”.

Noruega, Suiza y Estados Unidos destacan por su inversión per cápita en salud, reflejando su compromiso con la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Sin embargo, otros países, especialmente en América Latina y el Caribe, enfrentan desafíos en la asignación de recursos adecuados para garantizar el acceso a servicios de salud de calidad.

En el caso de Argentina, aunque se encuentra por encima del promedio regional en términos de inversión per cápita, persisten desafíos en la distribución eficiente de recursos y la accesibilidad a servicios de salud, como señalan informes de organismos como la CEPAL y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento.

Una estrategia clave para mejorar la eficacia de la inversión en salud es fortalecer la atención primaria, canalizando los recursos hacia los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) para cuidados de baja complejidad. Esto permitiría liberar la carga sobre los hospitales y enfocar sus recursos en intervenciones más complejas, optimizando así el sistema de salud en su conjunto.

En este contexto, es fundamental que los países redoblen sus esfuerzos para aumentar la inversión en salud, priorizando el acceso equitativo a servicios de calidad para todos sus ciudadanos. Solo mediante una inversión sostenida y estratégica se podrá avanzar verdaderamente hacia el cumplimiento del ODS 3 y garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos.

Las inversiones en sistemas de salud, buscan proteger la salud humana al abordar los riesgos ambientales y promover entornos más saludables y sostenibles. Este tipo de acción por parte del sector privado o publico son fundamentales para lograr avances en la materia y conseguir lo mas importante, el acceso equitativo al servicio sanitario, asi como también mejorar la calidad, impulsar investigaciones e innovaciones, fortalecer la capacidad de respuesta en emergencias sanitarias como las que nos toco vivir en el año 2020 con la pandemia COVID-19.

En resumen, la inversión en salud es un pilar fundamental para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3. A medida que nos enfrentamos a desafíos globales de salud y bienestar, es imperativo que los países trabajen en conjunto para garantizar que todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica o situación socioeconómica, tengan acceso a servicios de salud de calidad.

Fortalecer la atención primaria, distribuir equitativamente los recursos y promover políticas de salud inclusivas son pasos clave en este camino hacia un futuro más saludable y próspero para todos. Al priorizar la inversión en salud y adoptar un enfoque integral, podemos construir sociedades más resilientes y asegurar que nadie se quede atrás en la búsqueda de una vida sana y un bienestar duradero.

Te invitamos a dejar en los comentarios cuan importante te parece que se realicen inversiones e investigaciones en el sistema sanitario y si te parece que se están llevando a cabo en Argentina este tipo de acciones concretas. Necesitamos incluirnos todos en el la lucha por lograr los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible que establece la Agenda 2030.