El planeta necesita más ayuda humanitaria.

El pasado 10 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos, celebración importante en nuestro país después del proceso de dictadura y desapariciones forzosas a los que la población fue sometida.
En nuestra nota anterior te contamos que como nuestra hoja de ruta en la Organización la constituyen los 17 ODS de la Agenda 2030 de la ONU y es imperioso su consecución en menos de una década.

Es en ese tiempo que muchas de las metas deben ser logradas a través de acciones concretas. En ese rumbo nos encaminábamos cuando irrumpió la pandemia por Covid 19 que continua hasta el día de hoy.
Sin duda esta sorpresiva irrupción  provocó grandes retrocesos en diversas áreas (no sólo se trata de una cuestión sanitaria y económica), lo que obligó a repensar y reorganizar la ayuda humanitaria dispuesta.

La Desigualdad ha registrado un gran incremento, sobre todo en los países menos desarrollados. En ellos podemos observar la brecha tecnológica que imposibilitó a niñas y niños del mundo al acceso a la Educación de calidad (ODS4). Asimismo, la Pobreza sumerge día tras día a miles de personas en el hambre desesperante.
El panorama se ensombrece más aún si consideramos que personas en el mundo no pudieron acceder ni siquiera a una dosis de vacuna y su futuro es desalentador.

El virus no tiene piedad, ni preferencia por clases sociales, ni riqueza personal, sin embargo, como es sabido los más  pobres siempre son los más desprotegidos quedando a merced de esta Pandemia letal.
Ahora más que antes el mundo necesita del compromiso de todas las naciones, una solidaridad, para que mediante un esfuerzo conjunto se pueda llegar a más Personas.

Se precisan más inversiones en la lucha contra el cambio climático, solidaridad en la distribución de las vacunas, construcción de ciudades resilientes, programas de acceso al agua y a la alimentación básica y ante todo un equitativo repartimiento de alimentos. En definitiva, acciones que reduzcan su impacto.
Una tras otras se van sucediendo las “olas” de contagios de Covid 19, con sus diferentes cepas y variantes, sin embargo gracias a la innovación tecnológica y a la comunidad científica, es conocido que existen patógenos que emergen, resurgen y que debemos estar preparados para evitar las futuras propagaciones.

Gracias a la información en base a los códigos genéticos de las cepas existentes hoy es posible estar preparados de forma diferente que estuvimos al inicio de la pandemia. Pero sin la solidaridad humana estos avances no son posibles. Los distanciamientos sociales, el uso responsable de los barbijos y que las personas accedan a las vacunas será posible pensar en el fin de la pandemia.

La Igualdad que proponen los Derechos Humanos se esfuma ante la falta de solidaridad de las grandes potencias, la falta de humanidad y empatía de sus líderes. Actitudes que en un contexto de pandemia profundizan sobremanera la desigualdad entre personas. Es impensable un planeta con desarrollo sostenible de esta manera.

Desde la Organización para el desarrollo Sustentable sabemos que todas las personas tenemos los mismos derechos, tenemos dignidad, pero no podemos “salvarnos solos”, por tanto, te invitamos a que te sumes al Voluntariado ODS, y te conviertas en actor de cambio
Queremos saber ¿Qué acción propones como agente de cambio para combatir la desigualdad causada por la pandemia global?