La creciente presión sobre la disponibilidad de agua y el aumento de la demanda debido al crecimiento demográfico y económico representan un desafío significativo para toda la sociedad civil en su desarrollo como cultura, es por eso por lo que el acceso al agua potable se vuelve cada vez más crucial para garantizar el bienestar humano y el desarrollo sostenible. En el contexto de la Agenda 2030, la gestión sostenible del agua es uno de los objetivos clave. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) busca garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. En esta nota te comentaremos acerca del vinculo que existe entre este importante recurso y las principales acciones que se realizan en el mundo para garantizar el acceso para todos en función al consumo responsable y al desarrollo económico.

Según las previsiones, para el año 2030 se espera una brecha del 40 por ciento entre la oferta y la demanda de agua y esos lo deberían saber todos, en especial los inversores de los proyectos, ya no todo será tan simple como antes, ahora deben estar alerta ante los riesgos que esta escasez plantea para las empresas e industrias en las que se tienen pensado desarrollar nuevos proyectos, ya que nuestro recurso más vital ya está mostrando señales de advertencia en diferentes lugares, a medida que nos adentramos en otro verano alterado por el clima, estamos con temperaturas que no son normales para la época del año, debemos ser conscientes que algo esta pasando y nosotros somos lo que van a generar la solución.

El ministro de Medio Ambiente de Francia, Christophe Béchu, ha expresado “serias preocupaciones” sobre el suministro de agua en el país. Incluso en Escocia, que no es conocida por ser una región seca, se ha emitido una alerta temprana por escasez de agua después de recibir menos de la mitad de las lluvias habituales en mayo.

En partes de un río en el distrito de los Lagos, un área famosa por ser la más húmeda de Inglaterra, el agua se ha secado casi por completo. España sigue luchando contra la sequía a largo plazo, y aunque Taiwán ha sido liberada de su peor sequía en décadas gracias a fuertes lluvias, existe la preocupación de que las condiciones secas regresen.

Ahora, miremos más cerca, acá en casa, la sequía representa un desafío significativo para Argentina debido a su impacto en la agricultura, la economía y el bienestar de la población. Argentina es uno de los principales países productores y exportadores de alimentos, la sequía ya está generando efectos devastadores en la producción agrícola y ganadera. Para esto, que tuvimos falta de precipitaciones adecuadas y la disminución de los niveles de agua en los ríos, embalses y acuíferos resulta en la reducción de la disponibilidad de agua para el riego de cultivos y el abastecimiento de agua potable. Esto afecta negativamente la producción de alimentos, la calidad de vida de las comunidades rurales y urbanas, y la economía en general, donde vemos como tendremos menor cantidad de ingreso de divisas por las exportaciones, esto debe preocuparnos, pero también ocuparnos.

Además, la sequía también afecta la generación de energía hidroeléctrica, ya que se reducen los niveles de agua en los embalses utilizados para la producción de electricidad. Esto resulta en una mayor dependencia de otras fuentes de energía, aumentado los costos energéticos.

Sigamos con nuestro análisis general de los impactos que tiene la falta de agua, pensemos que el acceso al agua dulce es tanto un derecho humano como una necesidad comercial. Algunas industrias, como la agricultura y la minería, han implementado planes de suministro de agua durante décadas. Sin embargo, a medida que aumentan las tensiones, otras empresas ya no tienen la misma confianza que antes en invertir, quieren saber que pasara con la disponibilidad del recurso, no podemos generar desarrollo en ningún lugar si no tenemos disponibilidad del agua.

En marzo se llevó a cabo la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua en casi 50 años. Además de la presencia de compañías que consumen grandes cantidades de agua, también participaron instituciones financieras y administradores de fondos.

El agua impregna, literalmente, todos los aspectos de nuestra vida: es difícil pensar en una industria que no sea vulnerable. Diageo, la empresa de bebidas espirituosas más grande del mundo, recientemente afirmó que considera que la seguridad del agua es el riesgo más importante relacionado con el cambio climático. La producción de un par de vaqueros de Levi Strauss & Co puede absorber 3.800 litros de agua, incluyendo el cultivo del algodón, los procesos de fabricación de la prenda y su posterior lavado.

El agua es esencial en la producción de productos farmacéuticos, utilizando aproximadamente el 23 por ciento del suministro mundial para fabricar medicamentos. Incluso los elementos menos tangibles de nuestra vida diaria, como los productos que consumimos en Internet, requieren agua. Google consumió 4.600 millones de litros de agua en 2021, principalmente para enfriar sus centros de datos, y Facebook, utilizó 678 millones de litros.

Si bien las empresas de tecnología pueden ubicar sus operaciones intensivas en agua en áreas donde el recurso es abundante, otras compañías como Diageo y Levi’s no tienen tanta flexibilidad, ya que dependen de las ubicaciones donde crecen sus materias primas y se fabrican sus productos con mano de obra más barata. Como resultado, estas empresas están revisando sus prácticas y estableciendo objetivos basados en la ubicación para reducir aún más su uso en áreas estresadas.

Sin embargo, todavía hay algunas empresas rezagadas en este aspecto, como Apple, Tesla y Shell, que no proporcionan información detallada sobre su consumo de agua. Según Alex Money de Oxford, esto se debe a la falta de mecanismos de precios que desalienten el uso ineficiente del agua, y los compromisos actuales están impulsados principalmente por el riesgo reputacional.

Además, el riesgo operativo del agua no siempre ha sido visible para los inversores que evalúan el desempeño financiero de las empresas. Sin embargo, los problemas climáticos están impactando las carteras de inversión en tiempo real. Vicki Kalb, directora de investigación de ESG en UBS Group, afirma que los efectos en cascada de una sequía, por ejemplo, pueden provocar la interrupción del transporte de mercancías, la incapacidad de enfriar instalaciones e interrupciones en la producción de energía.

Antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, un grupo de 30 inversores organizado por CDP, una organización sin fines de lucro que promueve la divulgación ambiental envió una carta abierta instando a los gobiernos a tomar medidas más enérgicas en relación con el agua. Sin embargo, la inversión corporativa también juega un papel vital en lograr la seguridad hídrica.

Un informe de 2022 de CDP, basado en datos de 3,909 empresas, calculó que el riesgo potencial del agua podría costar 392,000 millones de dólares, mientras que la mitigación tendría un costo de solo 79,000 millones. Por otro lado, las oportunidades financieras derivadas de una acción temprana podrían generar beneficios por un valor de 436,000 millones de dólares. Todas las partes interesadas de la sociedad se beneficiarían de tomar medidas tempranas para evitar que una gran parte del mundo se quede sin agua.

La disponibilidad del agua impacta en múltiples niveles, incluyendo el desarrollo humano y el crecimiento económico. La escasez de agua puede comprometer la seguridad alimentaria, la salud pública y el acceso a servicios básicos. Además, afecta a sectores económicos clave como la agricultura, la industria y la generación de energía. Para abordar este desafío, la Agenda 2030 establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, que busca garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. La implementación de medidas para la conservación del agua y la gestión eficiente son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible y equitativo.

Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable trabajamos activamente en la concientización de la sociedad civil en base a las diferentes acciones concretas que debemos llevar adelante para el cuidado de nuestros recursos naturales para no comprometer el acceso de nuestras futuras generaciones. Se parte de las principales acciones que proponemos en nuestro Programa ABC para el Desarrollo Sostenible para reducir nuestra huella de carbono y ser verdaderos actores de cambio que lleven adelante la bandera de la sustentabilidad y la economía circular como ejes principales de desarrollo. Forma parte de nuestro Programa de Voluntariado para no dejar a nadie atrás.