Volver a Nacer. Eso es lo que sienten muchos pacientes que necesitaron un trasplante para continuar con su vida. Cuando no hay esperanza, el altruismo y la solidaridad son clave para volver a planificar un futuro. En Argentina, desde que rige la Ley Justina, cualquier ciudadano puede ser considerado donante, lo que produjo un aumento en las inscripciones en el INCUCAI. Te invitamos a conocer más sobre el tema en el siguiente informe que preparamos desde la Organización para el Desarrollo Sustentable.

En algunas ocasiones las personas sufren enfermedades crónicas o terminales, en las que sus propios órganos no pueden combatirla. Es ahí donde la medicina juega un papel trascendental aportando una alternativa de vida a través del “Trasplante de Órganos”.

Esta práctica médica supone la sustitución de un órgano o tejido que no funciona por otro que lo hace adecuadamente. Y es posible gracias a la donación desinteresada de órganos y tejidos. Por éste motivo, en el año 2006 la Organización Mundial de la Salud estableció que cada 6 de junio se celebre el Día Internacional del Paciente Trasplantado. El objetivo principal fue promover la reflexión y concientización de la población sobre la importancia de la donación de órganos que hace posible que muchas personas hoy en día, sigan con vida. El trasplante supone la última expectativa de vida de miles de personas en el mundo y de optimizar la calidad de vida de muchas otras.

Este día nos interpela una vez más a valorar a la donación de órganos como un acto voluntario, altruista y gratuito, mediante el cual una persona o su familia resuelven “Donar” los órganos, para que sean extraídos del cuerpo e implantados en otra persona. Puede ser realizada por personas vivas que ceden un órgano a algún familiar siempre y cuando esto no altere el funcionamiento vital de su cuerpo o por pacientes fallecidos, en los que la familia autoriza.
Es necesario saber que los órganos y tejidos que pueden ser trasplantados desde un donante con muerte cerebral son: corazón, pulmones, hígado, páncreas, riñones, intestino, córneas, huesos, y piel. En el caso del donante vivo, se pueden trasplantar riñón, pulmón, hígado, intestino y páncreas.

En esta publicación queremos contarte también que cualquier persona viva o muerta puede ser donante, sin importar edad, etnia, sexo o religión. Los tejidos que se pueden donar son córneas, la piel, los huesos, los vasos sanguíneos, válvulas cardiacas, cartílagos, tendones y nervios.

¿Cómo sigue la vida de los pacientes trasplantados?
Los pacientes trasplantados deben recibir atención especial. Luego de realizado el trasplante, se les administra medicaciones que regulan el sistema inmunológico y, además, necesitan hacerse estudios frecuentes para detectar si existe un rechazo del órgano trasplantado. Por otro lado, los pacientes trasplantados se encuentran predispuestos a las infecciones. Es muy importante la correcta inmunización cada año.
Donar es un acto de amor que se paga con gratitud.

¿Pensaste acerca de la particular vivencia que experimentan la persona que dona y la que recibe el trasplante?

Es una muestra de amor sin dudas, en su expresión más altruista. Las personas que han sido trasplantadas sienten que volvieron a nacer. Que pueden pensar en un futuro antes inimaginable, que pueden mejorar su vida. Eso los llena de agradecimiento y renueva la esperanza de todos. Algunos lo califican de “milagros”, otros de “avance científico”, lo cierto es que más allá de nuestras creencias nadie en éste planeta está exento de necesitar un trasplante alguna vez en la vida.

En éste sentido, destacamos que se trata de un procedimiento gratuito. Tiene que tener control estatal porque está prohibida la explotación comercial y por consiguiente el tráfico de órganos. Justamente la gratuidad es la que posibilita el acceso de todas las personas independientemente de su poder adquisitivo.

Según la OMS, cada año se realizan más de 100.000 trasplantes de órganos en el mundo, y se estima que más de 250.000 personas se encuentran actualmente en lista de espera para recibir todo tipo de órganos.
Desde nuestra Organización para el Desarrollo Sustentable buscamos mejorar la vida de las personas, mediante la aplicación de las metas e indicadores planteados por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
El ODS 3 Salud y bienestar, es imprescindible para lograr todos los demás objetivos ya que sin salud las personas no podríamos realizar ninguna acción.

La donación de médula ósea también es promovida hace años para que las personas puedan darle a otras la posibilidad de continuar viviendo. En este caso particular, los donantes más jóvenes son los que ofrecen un mejor resultado clínico para los pacientes trasplantados.  El donante no debe poseer antecedentes personales de enfermedades cardíacas, hepáticas, autoinmunes, infecto-contagiosas o neoplásicas. El trasplante de médula ósea es un trasplante de células progenitoras de la sangre. Se comprobó que dentro del grupo familiar, los hermanos son los mejores donantes para un paciente que necesita este tipo de intervención.
Informarte puede hacer la diferencia y salvar la vida de una persona. Animate a donar tus órganos de manera desinteresada. Sumate a nuestro Voluntariado para que nadie se quede atrás.