Cada 3 de junio se conmemora como el día de “Ni Una Menos” en Argentina en referencia a la primera marcha masiva realizada en el año 2015 en distintos puntos del país, a raíz del femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años que estaba embarazada de dos meses y que fue asesinada a golpes por su novio, Manuel Mansilla, quien la enterró en el patio de la casa de sus abuelos. De la investigación penal realizada por el juez Adrián Godoy -en contra del femicida Mansilla- surgió que éste le aplicó a Chiara un corte de seis centímetros en el lado izquierdo del cuello con un cuchillo. Posteriormente, “la tomó, con una mano, del cuello; y con la otra mano, de la cabeza, para comenzar a golpearla contra el suelo y contra la mesa de trabajo del galpón abierto. Así, hasta que la chica dejó de mover sus piernas”.

La Agenda 2030 en su Objetivo N°5 “Igualdad de Género” pretende lograr el empoderamiento de las mujeres y niñas del mundo, y para ello se encuentra alineado al resto de los objetivos de la Agenda mundial en diferentes metas que también poseen perspectiva de género. La igualdad de género es un derecho propio que tienen todas las personas y que pretende como así lo establece Naciones Unidas en su lema “No Dejar a Nadie Atrás” para lo cual establece los lineamientos que sean necesarios para que de acá al 2030 las niñas del mundo no sufran ningún tipo de violencia que genera mas desigualdades y profundiza la crisis social en el mundo.

Al grito de “Nos están matando”, realizado por una periodista en su cuenta twitter, miles de mujeres se organizaron en todo el país para visibilizar -que lo sucedido en la ciudad de Rufino, Santa Fe- no había sido un hecho aislado, ya que todos los días fallecen mujeres a raíz de la violencia machista.

El 3 de junio de 2015 a horas 17:00 miles de mujeres organizadas salieron a la calle a gritar “Ni Una Menos”. La convocatoria fue masiva y se agruparon frente al Congreso de la Nación;  es importante decir que la movilización se realizó en varias ciudades y logró reunir a más de 200.000 personas. Podían observarse carteles con frases tales como “Nos están matando! “Tu madre, tu abuela, tu hermana y tu tía, todas decimos basta” y “Nuestros derechos cuentan”.  En aquella primera marcha, peticionaban presupuesto para la implementación de la ley de protección contra la violencia de género; estadísticas en materia de femicidios; apertura de oficinas de violencia doméstica en las provincias; garantías de protección a las víctimas de violencia; acceso a la justicia; capacitación, entre otros puntos.

Desde aquel año, todos los años, en la misma fecha se realizan marchas masivas en todo el país para visibilizar cada nuevo femicidio y para clamar por la erradicación de la violencia contra las mujeres y las desigualdades de género en todos los ámbitos. Vemos así que las agrupaciones de “Ni Una Menos nacieron en nuestro país, como una causa social que permite generar políticas transformadoras a nivel nacional e internacional, las cuales deben estar en la agenda de todos los partidos políticos y en la capacitación obligatoria de todos los agentes del Estado. Este día nos permite reafirmar nuestro compromiso por seguir trabajando en una agenda que tenga como principal objetivo erradicar la violencia de género en todas sus formas, ya que más allá de cualquier bandera política, las agrupaciones de mujeres auto convocadas, son un pilar a la hora de generar conciencia en toda la ciudadanía sobre la lucha en la defensa y protección integral de los derechos de la mujer. El “Ni Una Menos” ayudó a demostrar que la agenda de géneros es una agenda de derechos humanos que debe estar presente siempre en todos los planos de la estructura estatal.

El aporte que hacen las mujeres convocadas radica en visibilizar esta lucha, ya que necesitamos un Estado presente que no mire para otro lado, que capacite a todos sus integrantes, que acompañe brindando herramientas a las miles de mujeres que necesitan de la ayuda y contención para poder salir de este flagelo. Es importante que quienes reciban las denuncias estén capacitados y puedan hacer las derivaciones oportunas y expeditas para que la justicia actué. Es necesario que jueces y fiscales se especialicen todos los días en esta temática. Que sean agentes estatales activos, ocupados y preocupados, por la situación particular de cada víctima, que entiendan que los casos no solo se miden conforme estadísticas, que cada mujer que atraviesa por los pasillos de los tribunales es una mujer que necesitó de mucho coraje para pedir ayuda. Todas tienen un nombre, una historia que merece ser escuchada con el máximo respeto, haciendo aplicables las máximas garantías constitucionales y convencionales que las protegen.

Desde Junio de 2015 hasta hoy se hicieron grandes avances. Es así que entre los cambios realizados la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación empezó con el Registro de Femicidios. Asimismo vamos a citar algunos, como por ejemplo en 2015, el Ministerio de Salud de la Nación realizó el Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (Protocolo ILE), donde retoma los lineamientos del fallo “F.A.L” y agrega consideraciones en cuanto al concepto de salud, incorporando los aspecto físicos, psíquicos y sociales y aclara que el peligro de la salud puede ser potencial. En el año 2017, se sancionó la Ley 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política, estableciendo que las listas de candidatos al Congreso de la Nación y al Parlamento del Mercosur deben ser realizadas ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el/la primer/a candidato/a titular hasta el/la último/a candidato/a suplente. En el año 2018 se sancionó la Ley Brisa. Asimismo se sancionó la Ley 27.499, conocida como Ley Micaela, tras el femicidio de Micaela García. El artículo primero de esta ley establece “la capacitación obligatoria en temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación”. El mismo año también, se trató en el Congreso de la Nación, el tan debatido y polémico proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo. El 30 de diciembre del año 2020, el Senado aprobó el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en las primeras 14 semanas de gestación. Complementariamente sanciona la Ley Plan de los Mil Días. Estas menciones son a modo ilustrativo y con el objeto de que veamos los avances obtenidos.

Si bien se pudo avanzar en términos de gestión a favor de la lucha por la voz de las mujeres, aún no es suficiente, es necesario redoblar los esfuerzos en el acompañamiento y contención de las víctimas y sus familias, con intervenciones respetuosas articulando respuestas más expeditas acordes a sus necesidades. Debemos fomentar que las familias y escuelas sean la base en la educación integral en la igualdad y el respeto hacia todas las personas, sin importar su género u orientación sexual.

La lucha es de todos, y como toda lucha la misma no puede ser improvisada, debemos como sociedad ser capaces de organizarnos a diario para generar cambios a largo plazo que impacten de manera positiva.

La preocupación por esta problemática que demostró la sociedad Argentina ante el mundo al convocar a miles de personas bajo el lema de “Ni Una Menos” es lo que debe replicarse a diario en los distintos ámbitos de nuestras vidas.
No es lo mismo decir “Ni una menos” ahora que hace ocho años atrás, fueron años de organización, de movilizaciones masivas las que lograron que se construyeran respuestas en la lucha contra la violencia de género, sin embargo todavía quedan derechos por conquistar
Frente a los distintos tipos de violencia que atraviesan a las mujeres, frente a la dependencia económica en un mundo machista, frente a la falta de empleos que les abran caminos de independencia, frente a la falta de escucha de la justicia, ante la ausencia de equipos de acompañamiento efectivo y de contención a las víctimas, es donde insistimos con la creación de Centros Integrales de acompañamiento de las mujeres. Cuando una mujer comparte su historia de violencia, está dando el primer paso para romper el ciclo de maltrato. Debemos garantizarle un espacio seguro para hablar y ser escuchada. Por ello es fundamental que el Estado destine mayor cantidad de fondos en la construcción de albergues a donde las mujeres y sus hijos puedan acudir.

El rol del Estado sigue siendo una materia pendiente en torno al abordaje de los crímenes de odio, ya que sobran ejemplos donde la justicia dilata su accionar dejando desamparadas a las víctimas, por ello es fundamental que jueces, fiscales se capaciten en la temática, ya que hasta la fecha observamos sentencias que visibilizan que no todos los operadores de la justicia se encuentran capacitados para juzgar con perspectiva de género. Los derechos de la mujeres no deben anularse, sino que deben visibilizarse.

Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable queremos reforzar la necesidad de concientizar acerca de la importancia de las voces de las mujeres que en su vida personal o laboral estén sufriendo distintas formas de violencia y que seamos capaces de realizar intervenciones respetuosas y avances correspondientes en materia de género. Hoy es un día para reafirmar nuestro compromiso, para entender que los objetivos se logran fortaleciendo a cada mujer mediante la escucha, la contención, ya que en ellas existe el potencial para salir de esta violencia de la mano de un estado presente que las empodere. El rol de los educadores es vital, ya que la educación es el camino en la búsqueda de soluciones contra todo tipo de violencia, es la base en la construcción de un futuro mejor para todos.

Te invitamos a ser parte de la revolución en valores que nuestro mundo necesita, se parte de nuestro Programa de Voluntariado para no dejar a nadie atrás.