Organización para el Desarrollo Sustentable

DIA DE LA SUPERVIVENCIA INFANTIL

¿Sabías que 14.000 niñas y niños mueren cada día en nuestro planeta antes de llegar a su quinto cumpleaños?
La mayoría de ellos por causas que se pueden prevenir. Por esta razón Save The Children propuso establecer al día 23 de Octubre como el “Día de la Supervivencia Infantil”. Conocé más sobre esta temática en la siguiente nota

El Objetivo de esta fecha es generar conciencia sobre esta problemática donde la neumonía, la diarrea, y las complicaciones derivadas del parto recaen sobre la mortalidad de madres, niños y niñas menores de 5 años.

Este día también involucra al ODS 16 porque en la búsqueda de sociedades más pacificas justas e inclusivas,
se trabaja para que se respeten los derechos de los niños.
Principalmente el derecho a tener acceso a la salud y que se proteja su vida ya que son fundamentales para su supervivencia.

Es necesario tener en cuenta que brindar ayuda a aquellos niños que viven en ciudades atravesadas por conflictos bélicos, o también a los que son víctimas de abusos o violencia ya que son más propensos a desarrollar múltiples enfermedades, es fundamental para poder lograr alcanzar el desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás.

Para tener en cuenta algunos alarmantes datos, durante el año 2018, Más de 24.000 niños fueron asesinados, heridos, mutilados, reclutados a la fuerza y secuestrados, o sufrieron abusos sexuales y otras violaciones de sus derechos humanos, según el “Informe Anual del Secretario General sobre Niños y Conflictos Armados”, cada niño nacido dentro de los 50 kilómetros de un conflicto armado tiene el riesgo de morir antes del año de edad.

Esto se relaciona directamente con el trabajo incluido en algunas metas del ODS16 en las cuales se busca Reducir significativamente todas las formas de violencia y las consecuentes tasas de mortalidad en el mundo (16.1) y también poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y maltrato contra los niños (16.2).

Camino a cumplir con la AGENDA 2030, la hoja de ruta que nos indica los pasos a seguir, hablamos de supervivencia infantil justamente para que deje de ser supervivencia y los derechos de los mas vulnerables sean respetados dando un paso adelante todos juntos tomando conciencia, mejorando la nutrición como nos indica LAS METAS 2.1 Y 2.2 del ODS 1, la salud con las metas 3.1 y 3.2 del ODS 3 , asegurando el acceso a agua potable y saneamiento como el ODS 6 lo indica, promoviendo hábitos saludables logrando anticiparse y tratar las principales causas de mortalidad infantil ofreciendo a todos los niños la oportunidad de crecer sanos y desarrollarse plenamente.

En 1.990 se han utilizado estrategias para lograr reducir la mortalidad , donde la atención prenatal, durante el parto y el pos parto han tomado un rol muy importante en esta lucha, brindar información sobre la importancia de la lactancia materna que es el primer acceso a nutrición que tiene el recién nacido son parte de la acciones concretas a llevar adelante. Usar redes mosquiteras, tener acceso a agua y saneamiento, terapia de hidratación oral para combatir la diarrea, antibióticos medicados a tiempo para tratar la neumonía y los suplementos nutricionales, son además, una gran herramienta para hacer frente a las carencia que se presentan en el proceso de desarrollo del niño y la niña.

Lamentablemente en 2020, la pandemia del COVID-19 ha tenido un gran impacto en la Supervivencia Infantil, sobre
todo en la infancia más vulnerable. La interrupción de los servicios esenciales en muchos países, redujo
considerablemente el acceso a salud, nutrición y vacunación, fundamentales en la vida de los niños, niñas y sus
madres.
Consecuentemente en ésta problemática, como en muchas otras, se sufrió un retroceso que complica el
cumplimiento de las metas proyectadas hacia el 2030.

La Supervivencia Infantil en Números:

5 velas de cumpleaños: 5,2 millones de niños mueren cada año antes de celebrar su quinto cumpleaños. La mayor
parte de estas muertes tienen lugar en África Subsahariana y en Asia Meridional.
Vidas protegidas: se estima que 1,5 millones de niños mueren cada año por enfermedades prevenibles con vacunas.
Actualmente, unos 23 millones de niños no recibieron las dosis de vacunas necesarias, la cifra más alta desde 2009, y
3,7 millones más que en 2019.
Lo más básico: más de 149 millones de niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica en el mundo, limitando
de manera irreversible su desarrollo físico e intelectual, y unos 45 millones más presentan desnutrición aguda, con
riesgo para su vida; aun cuando acabar con la desnutrición infantil es posible.
El agua es vida: 2.200 millones de personas no tienen acceso a agua potable y más de la mitad de la población
mundial carece de servicios de saneamiento.

Datos y cifras después de la Covid 19.

Un informe reciente elaborado por la OMS, Unicef y la División de Población del Departamento de Asuntos
Económicos y Sociales de las Naciones Unidas
arrojaba una buena y una mala noticia. La buena es que la cifra global
de muertes de niños y niñas menores de años había caído en 2019, situándose en la más baja que se conoce hasta la
fecha: 5,2 millones.
Este avance (escalonado desde 1990) se debe a que en las últimas décadas se han producido importantes mejoras
para garantizar la supervivencia de la niñez, sobre todo, en el acceso a vacunas y servicios de salud. Lo que ha
ayudado a prevenir y evitar millones de muertes en niños y niñas por enfermedades tratables.
La mala noticia es que se prevé que estos datos aumenten por primera vez en 30 años cuando acabe este 2020. Y la
causa no podía ser otra que la expansión del COVID-19, que tan debilitados ha dejado los sistemas de salud de todo
el mundo.

Actualmente, el mundo se enfrenta a una crisis sanitaria mundial originada por el COVID-19 que desestabilizó la
economía mundial y profundizó la desigualdad en las vidas de miles de millones de personas en todo el planeta.

– Se estima que en 2019 murieron 5,2 millones de niños menores de cinco años, en su mayoría por causas
evitables y tratables. Las defunciones de niños de 1 a 11 meses de edad representaron 1,5 millones de esas
muertes, mientras que las de niños de 1 a 4 años de edad ascendieron a 1,3 millones. Los restantes 2,4
millones de defunciones fueron de recién nacidos (menos de 28 días).
– Además, en 2019 murieron 500 000 niños mayores (5 a 9 años).
– Las principales causas de defunción de niños menores de cinco años son las complicaciones del parto
prematuro, la asfixia o traumatismos durante el parto, la neumonía, las anomalías congénitas, la diarrea y el
paludismo, todas ellas prevenibles o tratables mediante intervenciones sencillas y asequibles, por ejemplo,
la inmunización, la nutrición adecuada, el agua potable, los alimentos inocuos y la atención de calidad por
parte de un dispensador de servicios de salud capacitado, cuando sea necesario.
– La reducción de la mortalidad de niños mayores (5 a 9 años) fue la más importante desde 1990 (61%),
gracias a la disminución de las enfermedades infecciosas. Los traumatismos (incluidos los causados por el
tránsito y los ahogamientos) son las principales causas de muerte entre los niños mayores.

Agenda de Desarrollo Sostenible: Expectativas…

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en 2015 se elaboraron con miras a
promover la salud y el bienestar de todos los niños. El ODS 3.2.1 consiste en poner fin a las muertes evitables de
recién nacidos y de niños menores de 5 años de aquí a 2030. Incluye dos metas:
1. Reducir la Mortalidad Neonatal al menos a 12 por cada 1000 nacidos vivos en cada país; y
2. Reducir la Mortalidad de los Niños menores de 5 años al menos a 25 por cada 1000 nacidos vivos en cada
país.

 La meta 3.2.1 está estrechamente relacionada con la meta 3.1.1, consistente en reducir la tasa mundial de mortalidad
materna a menos de 70 defunciones por 100 000 nacidos vivos, y con la meta 2.2.1 destinada a poner fin a todas las
formas de malnutrición, una causa frecuente de defunción de niños menores de cinco años.
Estas metas se han recogido en la nueva Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (Estrategia Mundial), que aboga por poner fin a las defunciones prevenibles de niños y, al mismo tiempo,
hacer frente a las nuevas prioridades de salud infantil. Los Estados Miembros deberán establecer sus propias metas y
desarrollar estrategias específicas para reducir la mortalidad infantil y hacer un seguimiento de los progresos hacia la
disminución del número de defunciones. 

En 2019, 122 países alcanzaron la meta de los ODS relativa a la mortalidad de niños menores de cinco años, y otros 20
países esperan hacer lo propio para 2030 si se mantienen las tendencias actuales. Sin embargo, será preciso realizar rápidos progresos en 53 países que, de mantenerse las tendencias presentes, no alcanzarán la Meta para 2030. De esos países, 30 deberán duplicar su tasa actual de reducción, y 23 tendrán que triplicarla. El logro de la meta de los ODS reducirá en 11 millones el número de defunciones de niños menores de cinco años entre 2019 y 2030. Para prevenir el 80% de esas defunciones aún se requieren esfuerzos específicos en el África subsahariana y en Asia Sudoriental. 

¿Y en Argentina?

Del análisis de los indicadores de salud materno-infanto-juveniles del año 2019 (antes de la pandemia) de la Argentina
surgen las siguientes reflexiones:
El país se encuentra en una fase avanzada de transición demográfica; la población infanto-juvenil representa un tercio
de la población y nacieron 16 niños cada 1000 habitantes. En el 2015, la mortalidad infantil alcanzó la tasa de un
dígito.
Sin embargo, el riesgo de morir de los menores de un año en las distintas jurisdicciones refleja una inequidad
preocupante, que suma indicadores como maternidad adolescente y porcentaje de recién nacidos de bajo peso.
La mitad de las muertes en el primer año de vida fueron por afecciones originadas en el período perinatal.
A partir del año de edad, la principal causa de muerte es por causas externas. Una de cada 7 muertes maternas se asoció a un embarazo terminado en aborto.

Las enfermedades infecciosas continúan siendo una causa importante de morbilidad en la población de niños, niñas y
jóvenes de la Argentina. Nuestro país está lejos de alcanzar la tasa objetivo de sífilis congénita, motivo por el cual
consideramos la necesidad de fortalecer las políticas públicas destinadas a educación sexual y prevención de
enfermedades de transmisión sexual.

El Cambios Climáticos, los viajes internacionales (antes de la pandemia) y las condiciones de vida continúan
exponiéndonos a enfermedades transmitidas por mosquitos y sus consecuencias para la salud, como fue y es el brote
de dengue tanto en el país como especialmente en la región. Desde la introducción de vacunas como la vacuna contra el rotavirus en el 2015 descendió drásticamente la tasa de notificación de diarreas por dicho germen.

Situación que ha cambiado, como en todos los países del mundo, luego de la irrupción del Covid-19. La pobreza en la que vive la mitad de los niños, según datos de la UCA, nos interpela a exigir políticas publicas que consideren nuevas estrategias de salud de manera urgente.

Desde la Organización para el Desarrollo Sustentable renovamos nuestro compromiso en
el cumplimiento de los 17 ODS y consideramos que la difusión de estos contenidos contribuirá al debate y a la reflexión para profundizar en acciones concretas que debemos tomar de forma urgente. SUMATE a nuestro VOLUNTARIADO.
Las políticas públicas orientadas a mejorar la salud materno-infanto-juvenil son fundamentales para que
pensemos un planeta con Desarrollo Sostenible y Salud y Bienestar para todos.

Trabajar Para Que Nadie Se Quede Atrás,es trabajar desde el primer día por las infancias más vulnerables.

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