Cada año, el 21 de septiembre, el mundo entero se une para celebrar el Día Internacional de la Paz.

Este día nos invita a reflexionar sobre cómo construir un futuro más justo, equitativo y sostenible para todos. La paz no es solo la ausencia de guerra, sino también un conjunto de valores, actitudes y acciones que promueven el respeto por la vida, la dignidad humana y el cuidado del medio ambiente.

Todos podemos aportar a la paz desde lo cotidiano:

• Practicando la empatía y la solidaridad.
• Apostando a la educación y al diálogo.
• Cuidando el planeta y nuestros entornos.
• Ayudando y cooperando con quienes lo necesitan.

Vivimos tiempos de turbulencia e incertidumbre, por eso es urgente emprender acciones concretas: alzar la voz contra la violencia, el odio y la discriminación, y elegir en su lugar el respeto, la cooperación y la diversidad.

La paz se construye entre todos: desde los organismos internacionales hasta cada miembro de la comunidad, desde las aulas hasta los hogares. La solución está en nuestras manos.
Cultivar una cultura de paz significa sustituir la división y la exclusión por justicia, igualdad y esperanza.

Avanzar hacia la paz también implica impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y defender los derechos humanos en todo el mundo. Hoy más que nunca, hagamos de la paz un compromiso cotidiano